Tener contratado y utilizar un seguro médico que de acceso de forma económica a la sanidad privada no es en ningún caso estar en contra de la sanidad pública. Son dos realidades paralelas que se complementan y se tocan, se necesitan y redundan en el cuidado y la protección de la salud de la gran mayoría.

En muchas ocasiones he oído la frase: “nuestra sanidad pública es de las mejores del mundo”, y se la he oído a personas que nunca han vivido fuera de España. Pero, ¿es cierto? por comparación seguro que sí, tan sólo 50 países del mundo tienen un sistema de salud casi universal como el nuestro, por lo que el hecho de estar en esa lista me permite decir con rotundidad que sí.

Voy a hablar desde mi propia experiencia, mis impresiones y mis razonamientos, de ahí la limitación que puede tener para ti este artículo, por lo que si quieres dejar de leer ahora es comprensible, ya que no vas a encontrar un compendio de informes y números que refuten cada una de las cosas que digo, pero sí algunos. Simplemente estoy opinando.

La sanidad pública y un seguro médico privado

Mi opinión es que en la sanidad pública trabajan profesionales muy cualificados y preparados en la mayoría de los casos, que hacen que realmente la atención primaria, y la atención en casos de enfermedad grave y urgencia vital, que recibimos sean excelentes.

Aunque seguro que hay casos concretos en los que se puede rebatir esta afirmación, con el agravante de que esos casos afectan a la salud de personas y producen sufrimiento en quienes los padecen y sus familiares. También es cierto que, en muchas ocasiones, no se puede hacer más de lo que se hace, y nos puede parecer insuficiente, aunque no lo sea desde un punto de vista asistencial.

Las limitaciones de la sanidad pública, que las tiene, pueden ser que vengan de una infradotación de recursos, así como de falta de eficiencia en la distribución de los mismos, de problemas de gestión o de los cambios demográficos que estamos viviendo. Estoy convencido de que en los últimos años hemos pasado de los «excesos» previos a la crisis, al recorte, sin pasar por la optimización y eficiencia en la gestión. Todo ello dicho desde un prisma de opinión, insisto una vez más.

A que limitaciones me refiero:

  • Especialistas: la asistencia primaria pública me parece muy buena, el acceso a la misma es sencillo y siempre que he llamado para pedir cita me la han dado para el mismo día o para el día siguiente. El problema vino cuando me derivaron a un especialista, la cita me la dieron para 6 meses.
  • Pruebas diagnósticas: al igual que con la atención primaria, un análisis de sangre es muy rápido y muy cómodo, en mi propio centro de salud realizan la extracción al día siguiente de que el médico de familia lo prescriba. El problema vino cuando me mandaron una resonancia, tardó 4 meses la cita.
  • Urgencias: las esperas en urgencias son en casos que me han contado bastantes extensas, también intuyo que vamos a urgencias a cosas no urgentes, pero no somos capaces de diferenciar bien entre lo que es urgente y lo que no. De hecho en los servicios de urgencia de los hospitales del SNS se atienden 21,5 millones de urgencias anualmente, de las cuales sólo un 11,3% precisan un ingreso hospitalario. 
  • Cirugía: las listas de espera quirúrgicas para cuestiones «no urgentes» son amplias, sobre todo en traumatología donde hay más cantidad de pacientes, y difieren mucho de una CCAA a otra.

Un seguro médico privado

Mi opinión es que un seguro médico privado complementa a la sanidad pública, y permite:

  • Acceder de manera más flexible a quienes lo deseen, a prestaciones de todo tipo, atención primaria, especialistas, pruebas diagnósticas, …
  • Acceder de forma más directa a un especialista. Si yo sé que tengo alergia y quiero ir a un alergólogo pues puedo pedir cita directo con él sin que me derive el médico general. Otra cosa es que yo piense que tengo alergia y tenga que ser un médico general quien me lo confirme y que luego me derive.
  • Acceder de manera más flexible a pruebas diagnósticas.

Es decir, ¿una persona que paga porque quiere un seguro médico para acceder a la sanidad privada tiene mejor atención que en la sanidad pública?

Mi opinión es que en materia asistencial no, pues realmente lo urgente y lo grave se prioriza en la sanidad pública y se trata de forma excelente y rápida, así como la atención primaria. Lo que sí obtiene un asegurado de un seguro médico privado son algunas comodidades y una forma más libre y flexible para acceder al cuidado de su salud.

Cada día, desde mi punto de vista, nos preocupamos más por la salud, hasta el punto de que demandamos un acceso inmediato a cosas que a lo mejor no son tan urgentes, o que no son tan importantes como nos puedan parecer.

Es muy legítimo hacerlo, lo que es cuestionable es si un sistema público de salud puede garantizar ese acceso ilimitado sin despilfarrar recursos, recursos que al fin y al cabo son financiados con los impuestos de todos, los que van y los que no van al médico.

Quien lo desee puede satisfacer todas sus deseos de acudir a un médico a la sanidad pública y con un seguro médico privado, puede satisfacer todas sus deseos de acudir a un médico a la sanidad privada. Al final será el facultativo el que determine la urgencia e importancia de lo que adolezca el paciente y en función de ello el paciente tomará sus decisiones.

Un sistema público dimensionado y un seguro médico privado

Pero ¿cómo se dimensiona un sistema público de salud para optimizar los recursos y dar cobertura a todo lo que demandamos? Ojalá lo supiera, los consejeros de sanidad me llamarían para que se lo contara.

Lo que sé:

  • El gasto público en sanidad en España en 2015 (es el último dato fiable que he encontrado) fue de 65.500 millones de euros. De ahí saco la primera conclusión clara, la sanidad pública tiene un elevado coste y no es gratuita.
  • Se paga a través de impuestos (IRPF, impuestos especiales, impuestos indirectos,…)
  • Es casi universal, (aquí explica la CAM quién tiene acceso) todos los españoles y todas las personas en situación legal en España tienen acceso a ella, y los menores de edad todos. Así como las mujeres embarazadas para los cuidados del embarazo independientemente de su situación y la atención médica urgente.
  • Cada CCAA establece cuanto se quiere gastar en sanidad y cada CCAA tiene una demografía (graves problemas de dispersión, sólo 17 millones de personas en 2001 vivían en núcleos de más de 100.000 habitantes), y una geografía y orografía que las hace diferentes.
  • Y la población de personas de mayor edad no para de crecer en España, y son ellos lo que necesitan y merecen más atención, porque han contribuido al sistema muchos años.
  • La media de consultas médicas es de 5,3 visitas por persona /año y de 2,9 visitas por persona /año en enfermería
  • En la atención primaria se atienden 373,3 millones de consultas médicas y de enfermería
El gasto en sanidad pública en 2015: 65.500 millones de €

El gasto en sanidad pública en 2015: 65.500 millones de €

Por todo esto, mi conclusión respecto a la sanidad pública es que es imprescindible mantener una sanidad pública fuerte, financiada de forma justa y optimizada a las necesidades asistenciales de todos, que junto a una seguridad social solvente y sostenible, nos permita cuidar nuestra salud toda la vida y disfrutar de una protección social durante nuestra vida activa y de una pensión cuando nos jubilemos.

Conclusiones sobre un seguro médico privado

El hecho de que existan alternativas a la sanidad pública no quiere decir en ningún caso, que se deban dejar de dotar a ésta con todos los medios materiales, de personal y presupuestarios necesarios para garantizar y mejorar la atención que da. Se ha de evitar que la sanidad pública se acabe convirtiendo en la «beneficencia» de las personas que no puedan acceder a un seguro médico privado.

Pero también, es una obligación de las administraciones optimizar la utilización que se hace de los impuestos,  para que lo recaudado tenga el máximo aprovechamiento y se centre en las necesidades asistenciales más lesivas, en las más raras donde ningún interés económico alcance y en la prevención.

Por eso mis conclusiones finales sobre un seguro médico privado son las siguientes:

  • Un seguro médico privado ayuda a complementar el cuidado de tu salud, y es un producto a un precio accesible con grandes ventajas.
  • Desde 32 €/mes hay productos con cobertura hospitalaria.
  • Desde 14,50€/mes, los hay con cobertura ambulatoria.
  • Te permiten acceder a numerosas coberturas de forma más flexible con excelentes profesionales.
  • La gran mayoría de los profesionales se forman en las mismas universidades y centros que los de la pública, pero la sanidad pública no puede asumirlos a todos.
  • Un seguro médico privado contribuye a mantener una gran sanidad pública que garantice la atención primaria, la atención en casos graves y de urgencia vital, y en los más raros.
  • La sanidad privada puede absorber la parte asistencial que la sanidad pública no considere prioritaria y ser otra opción para quien lo desee para todo el cuidado de su salud.
  • El centro privado o el profesional que no esté a la altura es tan sencillo como no volver, y a día de hoy todo se sabe gracias a internet.
  • Un gran cuadro médico es imprescindible a la hora de elegir tu seguro de salud, y disponer de esa flexibilidad de horarios y de elección que te brinda.
  • La sanidad privada emplea a muchos profesionales. (En el año 2014 se graduaron 5.500 personas en medicina y 11.700 en enfermería, y hay 2,5 médicos y 3,5 enfermeras por cada 1.000 habitantes en activo entre sanidad pública y privada)

La sanidad pública y el seguro médico privado que permite acceder a la sanidad privada, son dos realidades paralelas que se complementan y que cada día más, se necesitan. De ahí que casi 10 millones de personas en España a día de hoy tengan un seguro de salud privado, además de contribuir con sus impuestos al mantenimiento de la sanidad pública.

 

Augusto L.A.

Agente exclusivo Adeslas

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