Una buena opción para cuidar de lo más importante.
Tengo una familia y todos tenemos un seguro de salud. Que mi hija y mi hijo tengan seguro de salud que han usado muy poco es lo mejor que nos ha podido pasar. En 3 años, sólo hemos tenido que ir a urgencias de un hospital una vez (más adelante os contaré el motivo de la visita), pero la experiencia fue muy positiva porque al final se quedó sólo en un susto. A pesar de que como os he dicho lo hemos usado poco, os voy a contar la experiencia de Mi familia y mi seguro de salud.
Flexibilidad y asistencia en el día. Mi familia y mi seguro de salud
Cuando hemos tenido alguna urgencia por fiebre alta, vómitos y cosas así, la hemos resuelto visitando a nuestro pediatra de referencia del seguro de salud en la misma tarde que lo hemos necesitado. Esta ha sido una gran ventaja que me hace estar muy contenta con el seguro, pues como pasa consulta todas las tardes de lunes a viernes en un amplio horario, te garantiza atención en el mismo día que llamas para pedir cita.
Por experiencia, al menos en mi centro de salud, siempre que hemos intentado pedir cita para una consulta urgente, hemos tenido que esperar a la tarde del día siguiente, nunca nos dan cita en el mismo día que llamamos, porque las dos pediatras que hay, que son fantásticas por cierto, tienen las agendas saturadas. La alternativa que nos ofrecen en el centro de salud las personas de recepción, que no son tan fantásticas, siempre es la misma, o ir a un hospital de urgencia o ir allí y esperar a que el pediatra tenga un hueco, no sin antes hacerte una pregunta tipo: “¿es una urgencia realmente?”, y yo que sé, pues que el niño tenga 39 de fiebre para mí sí, pero a lo mejor no. El caso es que si dices sí, a veces hemos tenido que esperar una hora en la sala de espera rodeado de más gente “pachucha”, y digo gente porque allí hay niños, mayores y de todas las edades tosiendo claro. Es por esto, por lo que para estas situaciones optamos por ir al pediatra del seguro de salud.
Nuestra prioridad es, ante algún síntoma de catarro, otitis, conjuntivitis,… acudir al médico para descartarlo y prevenir otras cosas, ya que no sabemos si se trata de algo más o menos grave, y hasta ahora nos ha funcionado.
Revisiones de pediatría. Mi familia y mi seguro de salud
Otra ventaja de mi familia y mi seguro de salud para todos los miembros de la familia, son las revisiones rutinarias que hacen los pediatras. El seguimiento de la evolución de los bebés es más frecuente que en los centros de salud, y siempre por pediatra (en los centros de salud algunas revisiones son sólo con la enfermera). Por lo que, sobre todo para padres primerizos como nosotros lo fuimos, esto nos dio tranquilidad, y te permite solventar todas dudas. Es cierto que con el segundo niño, todo se ve de otra manera, hay situaciones que afrontas con más seguridad, pero el hecho de disponer de la mayor ayuda posible nos hace sentir más tranquilos.
Pruebas diagnósticas. Mi familia y mi seguro de salud
La tercera ventaja de mi familia y mi seguro de salud es, una vez más, el no tener listas de espera en el caso de tener que hacer a los bebés o no tan bebés, alguna prueba especial tipo ecografía, traumatología, endocrinología, oftalmología, alergología,… Poder pedir cita y ser atendido en poco tiempo, nos ha quitado preocupaciones innecesarias al descartar “anomalías” en seguida, y reduciendo al mínimo nuestras “comeduras de cabeza” pensando qué podrá tener nuestro pequeñín.
Urgencias. Mi familia y mi seguro de salud
La visita al hospital de urgencia fue cuando en un domingo por la tarde, uno de nuestros traviesos se dio un golpe en la cabeza al decidir que quería rodar por la cama. Nos asustamos mucho porque lloró muy fuerte, y aunque se calmó al cabo de un rato, y se quedó tranquilo, decidimos llevarle a Urgencias.
Elegimos ir a uno de los 5 hospitales que figuraban en el cuadro médico de Adeslas para urgencias pediátricas en Madrid, con la esperanza de que le atendieran rápido, como así fue, supongo que con un poco de suerte también. En menos de media hora le habían hecho una revisión y una placa de la cabeza al pobre. Debo decir que esto no fue fácil de ver, te ponen un peto de plomo a ti para que le sujetes la cabecita mientras se hace la radiografía, pero gracias a ello pudieron descartar cualquier lesión.
Hablando con la pediatra le confesé que me sentía culpable porque se me había caído el bebé, me dijo que en cada guardia venían dos o tres igual, y todos los papás y mamás decimos lo mismo, ¡fue en un segundo!. Lo importante es que el niño estaba bien, y gracias a esta revisión, y la posterior espera de 2 horas en una sala para asegurarse de que estaba todo bien, pudimos dormir tranquilos sabiendo que había sido tan solo un susto.
Merece la pena. Mi familia y mi seguro de salud
Mi experiencia con el seguro de salud está siendo muy positiva, a pesar de ello para nosotros es como un complemento a la Seguridad Social y seguimos llevando a los niños al pediatra para sus revisiones allí, pero la flexibilidad y la rapidez a la que tengo acceso con el seguro de salud me hace estar muy satisfecha de tenerlo, y así seguiremos porque estamos convencidos de que merece la pena.
Andrea. Cliente de Seguro es salud
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