Desde que decidí que quería ser madre, tuve claro que quería un seguro de salud privado por varios motivos, pero en concreto: Embarazo y seguro de salud con reembolso.

La gran duda fue qué tipo de seguro era el que quería. Así que me dediqué a bucear por internet y, para que este análisis no cayera en balde, he decidido compartir los motivos fundamentales que me llevaron a optar a un seguro de salud con reembolso para embarazadas.

Dichos motivos fueron:

  • ¿Qué es?: Lo primero que quiero es explicar qué es el concepto de seguro con reembolso. En un seguro de salud privado las compañías disponen de un cuadro médico donde están todos los profesionales a los que puedes acudir. Si quieres acudir a uno que no esté en dicho cuadro, con la opción de seguro con reembolso te devuelven el 80% de lo que te cobren tan solo enviando la factura a la compañía de seguros.
  • Elección de especialista: hasta ese momento iba todos los años a pasar una revisión anual con una ginecóloga amiga de mi familia que, a pesar de que me hacía un precio “especial”, me cobraba 80€ por la visita. Claro, pensando en un embarazo, me parecía un poco excesivo estar pagando las visitas por lo privado, además de las pruebas, parto y postparto. Como no trabajaba con ninguna sociedad médica, pensé en cambiar de ginecóloga, pero la verdad es que por la confianza que me transmitía, y la relación de tantos años, no me apetecía, así que opté por la opción seguro con reembolso para que mi economía se pudiera permitir el lujo de continuar tratándome con ella.
  • Asistencia en el extranjero: todos los años me gusta pasar un mes con mis padres, que son holandeses, en su casa de Amsterdam. No quería renunciar a esa temporada allí por estar embarazada, porque realmente era muy importante para mí el que pudieran disfrutar ellos también de esto. Además, quería hacerme allí una ecografía. La solución que encontré fue  ir a un centro privado y abonarla. Con el seguro con reembolso pude hacerlo y me reembolsaron el 80% del importe.
  • Preparación al parto: dentro del cuadro médico de mi aseguradora existía la posibilidad de realizar el curso de preparación al parto en un centro que me permitía ir en un horario que se adaptaba mejor a mi pareja y a mí, por lo que fue otra gran ventaja.
  • Criopreservación de células madre del cordón umbilical: pude elegir entre tres empresas líderes, y por los acuerdos con la aseguradora el precio era mejor que por lo privado. Aquí también tuve que hacer una investigación que dejo para compartir otro día. Al final quedamos medio contentos, es muy probable que si hay una próxima vez optemos por el donarlo al banco público.
  • Pruebas diagnósticas: para mí era muy importante tener mucha flexibilidad a la hora de poder hacerme las pruebas, porque cada día trabajo en un sitio y tener esa libertad era importante para poder llegar a una hora medio decente al trabajo.
  • La Milagrosa: teníamos claro que queríamos dar a luz en esta clínica de Madrid. Por todo lo que leímos, y experiencias de conocidos que quedaron muy contentos, nos decantamos por ella. Pero la verdad es que en este aspecto yo creo que lo más determinantes es que estaba bastante cerca de casa, sinceramente, y no queríamos protagonizar una historia tipo: “Di a luz en la M30”… Cosas del Ego. Eso sí, es muy importante a la hora de elegir la clínica, asegurarse de que tienen unidad de neonatología. Como la clínica sí está en el cuadro médico de Adeslas, pues está incluido, y la tocólogo, al no estar, me reembolsaron el 80% de su asistencia en el parto.
  • El bebé: al tener un seguro de salud con reembolso el bebé estaba incluido en mi póliza los primeros 15 días.
  • Recuperación del suelo pélvico: después del parto a mí me fue muy bien para recuperarme del todo hacer ejercicios hipopresivos. Hay clínicas con unidades específicas para la recuperación del suelo pélvico dentro del cuadro de mi aseguradora, yo asistí al mismo sitio del parto.

Lo dicho, creo que acerté con la elección que hice de un seguro con reembolso por las circunstancias mías personales, pero cada uno tiene las suyas claro… Sea como sea, la experiencia del embarazo, en mi opinión, hay que “disfrutarla” (yo estoy de suerte porque, salvo ciática, no tuve ningún efecto muy molesto), y esto supone poder tener la tranquilidad de contar con los mejores profesionales para la vigilancia del embarazo, en el parto y para la recuperación de después.

Adela, cliente de seguroessalud.com